top of page
gonzaloistari

Golosina


Te abrís para mí y me abro para vos. No es metáfora cursi, es realidad en cama, en sillón improvisado y en telo de tarifa cheap, de sábanas acartonadas.

Siempre afirmo que lo importante no es que te elija, sino que me elijo con vos. Porque todo eso que soy cuando estamos juntos es lo que más me gusta ser, es lo que volvería a elegir sin necesidad de hacer ningún test vocacional; y de hacer uno sé que el resultado sería seguir una diplomatura o un doctorado en vos. Te estudio hasta cuando no te das cuenta. Cuando estás ensimismado y metido tan adentro de tus pensamientos que del lado de afuera el cielo podría estar cayéndose y ni siquiera te enterarías. No necesito ninguna tesis que me valide, me alcanza con la experiencia adquirida de forma autodidacta.


Así como abro un alfajor en pleno verano porteño comprado sólo para apagar el fuego de la necesidad de algo dulce. Un alfajor que nunca fue destinado a ser helado. Así me abro, en pegajosa chocolatidad que mancha dedos y que deja huellas dulces en las comisuras después de engullirse. Y soy dulce y empalagoso, no hecho para cualquier paladar, lo sabemos los dos y eso me hace sentir golosina predilecta. Esa golosina que uno siempre elige en el quiosco por sobre cualquier otra, porque no sólo es sabor, sino también cúmulo de sensaciones, recuerdos y melancolías de niñez con precios 1 a 1. Añoranza de meriendas after school de $2, paquetes de chizitos de kétchup, papitas o conitos 3Ds a menos de $1 y Naranjús de 10 centavos.


Sos mi cápsula del tiempo averiada, que me lleva a ese pasado con una probadita de tu ser, pero que me trae al presente cuando necesito estar presente, cuando lo pretérito no sirve y lo futuro es borroso de tan incierto. Cápsula del tiempo no sellada para poder manipularla entre los dos, para poder meter cosas y sacar otras a nuestra conveniencia y antojo. Antojos caprichosos que complacemos sin importar en qué día de la semana estemos parados, sentados o acostados. Sin importar qué hora sea o qué esté pasando en el mundo. Y es que en realidad el mundo somos nosotros dos, y los demás son decorado; que, aunque no se callan tampoco tienen nada interesante o relevante que decir(nos). Hablan porque es gratis, los ignoramos porque es gratis también.

Gracias por todas esas veces que me hacés sentir golosina. Gracias por nunca empalagarte de mí.


3 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page